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El secretario de Estado de Presupuestos, Alberto Nadal, se mostró este lunes abierto a que el Gobierno baje impuestos “a pymes, autónomos y clase media” en cuanto la coyuntura

sea posible, esto es, cuando el déficit baje del 3% y la consolidación fiscal deje de ser una prioridad. Lo manifestó en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum
y lo confirmó después en el Congreso, lugar al que acudió a defender las grandes cifras de los Presupuestos Generales del Estado para 2017.

“Siempre se busca mejorar la presión fiscal en la medida de lo posible. En todas las legislatura hemos intentado que la imposición se mantenga en un límite razonable, ahí estamos y nada más”, manifestó Nadal ante los periodistas después de que terminara su intervención.

Pese a que no quiso precisar, es evidente que el secretario de Estado de Presupuestos se refería a una futura bajada de IRPF, impuesto que el Gobierno ya redujo en 2015 y 2016; y a otra de Sociedades, al menos en la parte que le toca a las pequeñas y medianas empresas. Quedarían excluidas las compañías con facturación de más de 10 millones al año, que sufren desde 2016 el restablecimiento de tipos en los pagos a cuenta; y las grandes multinacionales, a las que se les ha endurecido el tributo para intentar que la recaudación crezca por este concepto hasta un 12,6%.

Nadal confesó que “se echa a temblar” cada vez que “algún partido habla de subir los impuestos a las clases altas”, porque a su juicio “eso implica subir tributos a la clase media”. “Este Gobierno no comparte esa filosofía”, advirtió a los portavoces de PSOE y Podemos en la Comisión de Presupuestos. Antes, estos grupos le habían recordado que también el Gobierno del PP protagonizó, en el año 2012, una subida fiscal sin precedentes.

Pocos cambios este año

Nadal, reconvertido en lugarteniente del ministro Cristóbal Montoro mientras éste negocia con el PNV -la semana que viene el Ejecutivo necesita 175 votos en el pleno para que las Cuentas sigan adelante- defendió que el nuevo Presupuesto se ha basado en previsiones prudentes para cumplir con el déficit, del 3,1% este año. Parte de la reducción del desvío llegará por efecto del crecimiento “y de la normalización” de la inflación, y el resto por un incremento de la recaudación del 7,9%, que fue defendida por la tarde por el secretario de Estado de Hacienda, Enrique Fernández Moya. Esta previsión despierta un enorme recelo en la oposición y también entre economistas y expertos, incluida la AIReF, quien hace poco recordó que en 2016 el Ejecutivo se desvió en sus propósitos en 28.000 millones.

Por lo demás, los Presupuestos mantienen el techo de gasto en línea con el del año pasado; reducen un 6,6% las cuantías para desempleo; bajan la asignación de los ministerios el 6%; y mantienen casi intacta la partida dedicada a intereses. El Estado congela el gasto, pues será el protagonista de la mayor parte de la reducción del déficit, y lo hará para poder dar más de margen a las autonomías, que contarán este año con 5.342 millones más “y podrán aumentar su nivel de gasto para financiar Sanidad y Educación”.

Se abre levemente la mano para dotar con 100 millones más a la Agencia Tributaria; dedicar 350 millones a un plan integral contra la pobreza infantil; y utilizar 500 millones al complemento salarial, medidas todas ellas pactadas con Ciudadanos. El lunes, el portavoz de la formación naranja en la Comisión de Presupuestos, Toni Roldán, se mostró “muy satisfecho” con el proyecto por el “apoyo a la clase media y trabajadora”.

Negociación discreta

El grupo que no intervino fue el PNV, al menos en el Congreso. Sí habló desde el País Vasco el lehendakari Iñigo Urkullu, según informa Carmen Larrakoetxea, y lo hizo para reconocer que Madrid y Vitoria aún no han acordado los términos de liquidación del Cupo (los nacionalistas demandan 1.600 millones). “No hay una aproximación en lo que podría ser la cuantificación”, manifestó Urkullu, quien aún así se mostró confiado en lograr un pacto “en las próximas horas”.

Euskadi demanda que el Estado le pague “por lo abonado de más” desde el año 2007, así como la renovación de la Ley Quinquenal del Cupo, en prórroga desde 2012. Incluso el presidente del PP vasco, Alfonso Alonso, cree “una obligación” que se llegue a un acuerdo “impecable”, aunque éste quede desligado “de otras cuestiones”.

España despunta en su recuperación

Tras casi una década desde la profunda crisis que azotó a los países mediterráneos de la eurozona, tres de los más afectados -España, Portugal y Grecia- progresan en su recuperación, según un informe de Standard & Poor´s. “España lidera el pelotón, mostrando un fuerte crecimiento en el empleo, el consumo y las exportaciones, lo que nos ha llevado a revisar su perspectiva a positiva desde estable con una calificación soberana de ‘BBB+’ a largo plazo”, dijo Marko Mrsnik, analista de S&P Global Ratings. Portugal, si bien avanza de forma más lenta, también debería continuar su camino hacia una recuperación moderada. Sobre Grecia, resalta que no ha dado señales de un repunte económico más sostenido y los problemas de sus bancos.

fuente:”http://www.eleconomista.es/economia/noticias”